La menta poleo o Mentha pulegium es una planta herbácea perenne y una de las
variedades de la menta, caracterizada por sus hojas ovales y flores pequeñas con tonalidades que
varían del rosa al lila. El origen de esta planta se localiza en Asia o el Mediterráneo, aparece de
forma silvestre en zonas húmedas y pueden llegar a medir hasta medio metro. Por todo ello, a veces
puede llegar a ser confundida por la
hierbabuena
o Mentha spicata pero su aroma y composición las distinguen.
Este tipo de planta suele cultivarse en terrenos o macetas con sustrato
orgánico. Debe ser regada asiduamente durante el verano y esporádicamente en invierno, cuando las
temperaturas son bajas. El mejor lugar para que esta planta crezca saludablemente es colocarla a la
media-sombra para así evitar que la luz solar pueda dañar sus hojas. Para su recolección, se
recogen sus hojas y tallos para aplicarlos a una gran variedad de usos y sus flores para extraer
las semillas y reproducir la planta.
La composición principal de la menta poleo es el mentol, el
limoneno, la mentona, la pulegona, la tuyona, los taninos, los
flavonoides, la fibra y los minerales como el calcio, el fósforo y el potasio. La gran
diferencia con la
hierbabuena
se encuentra en los componentes de la pulegona y la tuyona, inexistentes en ésta
última, y característicos de la menta poleo por ser componentes tóxicos y peligrosos
localizados principalmente en sus aceites esenciales.
Pese a sus componentes tóxicos, desde la antigüedad, a la menta poleo se la
considera una planta medicinal y se le han atribuido una gran variedad de propiedades
medicinales, siendo la mejor forma de consumo las infusiones o tés, que ayudan a diluir su
veneno natural. Entre las dolencias principales que pueden ser tratadas por la menta poleo se
distinguen:
En primer lugar, el dolor de estómago producido por una acumulación de
gases o por la ingestión de una comida copiosa, puede ser combatido tomando una infusión de
poleo después de las comidas.
En segundo lugar, un resfriado o una bronquitis pueden aliviarse por la
existencia de un compuesto en la menta poleo, el mentol. Este componente ayuda a expulsar las
secreciones mocosas del organismo.
En tercer lugar, el insomnio producido por el estrés y la
ansiedad
puede desaparecer tomando una infusión de poleo antes de ir a dormir gracias a sus efectos
sedantes.
En cuarto lugar, ayuda a mujeres con menstruación irregular a regularla a
causa de sus efectos relajantes.
Finalmente, al igual que muchas variedades de la menta, el poleo tiene
propiedades desinfectantes y cicatrizantes si se aplica en heridas superficiales.
La menta poleo, pese a ser una planta muy utilizada, su ingestión en exceso o su
consumo por determinadas personas, puede producir efectos negativos o peligrosos:
En primer lugar, la ingestión de menta poleo en mujeres tiene efectos
abortivos, por ello no es conveniente su uso en mujeres
embarazadas.
En segundo lugar, se desaconseja su utilización en personas con enfermedades
relacionadas con el hígado por la existencia de componentes tóxicos en la menta poleo como la
pulegona, que al ingerirla se acumulan en el hígado.
En tercer lugar, pese a que masticar hojas frescas de
menta poleo
pueda generar un efecto refrescante y combata el mal aliento, no se recomienda hacerlo por la alta
toxicidad que desprenden sus hojas en esas condiciones.
Finalmente, no se recomienda el uso de aceite esencial de poleo debido a
su alta toxicidad, que puede provocar desde alergia en la piel, hasta dificultades para respirar e
incluso la muerte si el individuo no es tratado a tiempo.
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